La historia tradicional narra fenómenos sociales de manera lineal y sistemática, es decir que cuenta de acuerdo a sus intereses solo partes que no tienen relación puesto que no se ve el proceso. Dentro de esto cabe decir que todo lo que nos presenta la historia oficial esta distorsionado, por tanto los medios de comunicación que pertenecen a la elite que cuenta la historia que desde nuños conocemos hace parte de la gran mentira que revela Zeigeist.
Además se narra la historia de un hecho determinado pero vista en función de cierto interés, la élite que no da más que fechas (el vencedor), específicas; donde éste es visto como héroe, momifica figuras y procesos, dejando completamente de lado sucesos en los cuales los seres humanos (en todo su conjunto) forman parte activa del mismo hecho o proceso.
La historia implica un proceso porque está hecha por continuidades y discontinuidades, de tal manera podemos entendernos a nosotros como un proceso en movimiento de lo que cambia y perdura, – lo que persiste y a la vez se transforma – el cambio perpetuo de lo humano en la inercia.
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